Autosuficiencia estival
Es la primera noche del verano. Lo fue el jueves, aunque hoy es como si le diésemos la bienvenida. Yo sigo en casa, un día familiar y una noche conmigo... Estoy feliz. En este espacio, el mío, me he encontrado a mí misma y sin necesidad de nadie. El móvil suena y suena, sms, etc... Señales de vida expresas unas, fingidas otras. Señales de necesidades, ilusiones o expectativas. O de deseos. Esta noche hay que pedir uno, el imposible del año.
El del año pasado se me acaba de cumplir: Ya sé lo que no quiero (y quien merece la pena, y quien no).
El del año pasado se me acaba de cumplir: Ya sé lo que no quiero (y quien merece la pena, y quien no).
No hay comentarios:
Publicar un comentario