sábado, 23 de junio de 2007

Autosuficiencia estival

Es la primera noche del verano. Lo fue el jueves, aunque hoy es como si le diésemos la bienvenida. Yo sigo en casa, un día familiar y una noche conmigo... Estoy feliz. En este espacio, el mío, me he encontrado a mí misma y sin necesidad de nadie. El móvil suena y suena, sms, etc... Señales de vida expresas unas, fingidas otras. Señales de necesidades, ilusiones o expectativas. O de deseos. Esta noche hay que pedir uno, el imposible del año.
El del año pasado se me acaba de cumplir: Ya sé lo que no quiero (y quien merece la pena, y quien no).

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