
Cueces sus raíces y te bebes el brebaje (eh, que cosas peores han pasado por nuestra garganta). Resultado tras el
sacrificio: mayor energía sexual. Pues bien. El omuboro, árbol propio de los paisajes de reservas naturales de Uganda, Sudán, Tanzania, Nigeria o Camerún, está en peligro. El motivo es que todos van en su búsqueda. Desde la población rural hasta la urbana. Esta demanda masiva de sus raíces ha hecho que el afrodisíaco natural esté en alarma de extinción. Lo publica hoy Núria Limón en
El País.
En España sólo podría cultivarse en Canarias, lugar que más se asemeja al clima tropical, dicen los expertos. Las farmacéuticas todavía no han apostado por las propiedades del omuboro. Un nuevo negocio se abre paso en mi horizonte...
No hay comentarios:
Publicar un comentario