Reuniooooooooon!!!

Cuatro intensas horas de discurso. No sabía lo que me esperaba. ¡Los socios regionales (sin incluir Madrid y Valencia, por supuesto...)! El de Zaragoza lleva el mismo peinado, aceitoso y los mismos vaqueros que en su primera visita hace un año. Se confunde el color, el verde de la camisa y el verde (sí... el roce de un vaquero usado mil veces sin pasar por la lavadora puede volverse verde) de los pantalones. Galicia, con la misma representación. Un chaval joven, con el mismo criterio periodístico que el de llenar las cajitas de diseño... para que no salgan en blanco. Y de llenarlas pronto porque no aguanta el cerrar tarde. Y el mayor, con un cuerpo curtido de gimnasio a deshoras, con la seguridad que debe darle ir de marcha y ligar con las mozas (podrían ser otra cosa, y tan sólo pagar) presentándose como "periodista" (aquí también lo hacen, lo primero y lo segundo). Mallorca se queja de que no se le llama, cuando él no lo hace. Vieron el chapapote ibicenzo antes que nosotros. Aforturnados ellos...

Y el resto... habla de debate, línea editorial, catalanismo, estatalismo, incomprensión y clientes, en lugar de anunciantes. Ellos inundan las secciones, todas, de informaciones locales; destrozan la maqueta en estilo y diseño... No es el mismo periódico. No tiene nombre. Triunfan las aperturas de La Vida con los pinchos de Bilbao, el Monopoli de Zaragoza y los caramelos de cerveza y limón de Lleida. ¿Seremos extraterrestres en Barcelona, Madrid y Valencia? A Albert se le crepa el peinado con algunos comentarios. Lo veo... Lo vemos todos. Y aguanta el tirón. Al final, por encomendarle alguna función que justifique su puesto, termina hablando el "revisor". O sea, cualquiera. Y no dice nada, o sea, como siempre.

Y cada uno a su casa. Y todos pensando en lo mismo: en las vacaciones.
Y en comer.... ¡qué hambre!